EL ESPEJO Y CAPERUCITA ROJA
Allí sentada sobre una vieja
silla, la habitación con cuadros
donde solía sonreír —mirando
fijamente, el espejo; noto que
tenía la nariz muy grande,
los ojos extraños y los dientes,
mordiendo un viejo oso de peluche,
sobre su cabeza una capucha roja,
y sobre su vestido ya sucio,
como si hubiera luchado contra él
mismo satán —luego se dijo así misma
Debí tomar el camino más largo …
El corto solo lleva a la desgracia
y la incertidumbre de estar aquí
sola mirándome al espejo, la
vieja abuela murió hace tiempo,
ella era una buena mujer,
aunque la enfermedad fue más
fuerte y la logro consumir,
mi madre no tengo palabras,
muy acertadas como para describirla,
solo sé que ella lo sabía,
pero el dolor de saberlo,
fue más fuerte que sus decisiones,
siempre habrá dos caminos,
uno tendrá que elegir, pero
como saber cuál es el correcto,
si los dos te llevan al mismo
Lugar a la misma casa …
Solía brillar como una estrella
fugaz, perdida en su camino
Efímero, un largo sendero
me esperaba, donde florecen
las rosas, pero sus espinas
ya no me logran herir, son
solo pétalos que vuelan con él
viento que mis dedos lograron
tocar suavemente y mi nariz logro
husmear su hermoso perfume,
logre recordar la cálida mañana
de primavera, donde las aves sueltan,
sus plumas, rompiendo el cascarón nacen
y vuelan hacia el libre cielo azul,
para posarse sobre viejas ramas así,
nacen y crecen hasta cantar hermosas
melodías, ahora yo solo estoy entre
un sueño dividido entre hermosas
imágenes y extrañas pesadillas,
pero allí me iré caminando sobre
un nuevo sendero esta vez no habrá
dos caminos solo uno, no importa si
es largo o corto pero partiré como
la luna en el crepúsculo del amanecer,
no importa si las nubes llaman a la
lluvia y los truenos, pero cuando la
línea sé allá roto abriendo una ventana
o quizás una puerta ya no recitaré las
llaves y así partió Caperucita dejando
la puerta media abierta donde se podía,
apreciar el cadáver ya muerto del lobo
fin-nikko-xiv
Comentarios
Publicar un comentario