The Animatrix es seguramente el producto audiovisual de la trilogía de Matrix que más desapercibido ha pasado. Nueve cortometrajes compilados bajo un mismo metraje que sirven como pequeños spin-off para relatar historias fuera del hilo conductor principal que se nos narra en las películas. Seguimos teniendo presentes a Neo o a Trinity en algunos de esos cortos, pero la voluntad de estas historietas es la de estructurar con más firmeza el universo expandido de las Wachowski añadiendo arcos argumentales de personajes que, por supuesto, son secundarios en lo que a la historia principal se refiere. De hecho, las propias directoras, guionistas y creadoras de Matrix son productoras y escriben dos de los cortos.
Aprovechando la oportunidad, algunos sirven como nexo con las películas para mostrar lo que ocurre entre el proceso de unas y otras. En el modo en el que viven, dentro del sistema, otros humanos que no han sido despertados y que no tienen plena consciencia de que están viviendo un sueño hasta que, por un motivo u otro, logran escabullirse del sistema de las máquinas para conocer a su verdadero yo. The Animatrix es el salto lógico y natural que tenían que hacer las películas de Matrix: pasar al formato de anime. Las fuentes más directas de las que bebe la saga son del cine oriental, tanto clásico como animado. A pesar de que cada uno de los cortometrajes tiene una duración en torno a los nueve minutos, poseen unos libretos con un inicio y final sólidos que encajan estupendamente con la mitología cyberpunk de las Wachowski presentada en 1999.
El formato del anime se va explorando en todos sus episodios. Cada cual con un estilo distinto que se adapta al tipo de historia que va a contar –la forma se une con el fondo-. De modo que podemos encontrar piezas oscuras, góticas y apagadas que representan un estilo noir, y otras que juegan con un formato más tradicional. O al que más acostumbrados estamos. Vamos a hablar de cada uno de ellos para ir desgranando algunos de sus piezas clave, pero sin entrar en spoilers por si todavía no habéis tenido oportunidad de ver The Animatrix y os entra el gusanillo.
El último vuelo de Osiris
Este primer pistoletazo de salida sirve como extra para mostrar al espectador cómo los últimos supervivientes de la nave Osiris transmitieron a Sion el mensaje de que las máquinas marchaban con un ejército para destruir la última ciudad humana de la Tierra. Con claros espejismos a la primera parte de Matrix, el cortometraje arranca en una sala de entrenamiento para terminar arrastrando a sus personajes hasta una escaramuza en la que su papel es fundamental para con el resto de sus compañeros.
El último vuelo de Osiris es uno de los cortometrajes que corre de las manos de las Wachowski. Y se nota en su intención por no querer descarrilarse demasiado de la trama de las películas. Su historia sigue enganchada a lo planteado en las secuelas pero con infinitas ganas de querer contar más. Seguramente les hubiera encantado añadir lo que se cuenta en el corto en alguna de las tres partes de la saga, pero por exceso de metraje o por relevancia, se quedó fuera. Por suerte, The Animatrix ha sido el refugio para ese libreto que guarda una secuencia a lo Mirror’s Edge para enmarcar.
El segundo renacimiento
Hecha la ley, hecha la trampa. Lo cierto es que de esos nueve cortometrajes que forman The Animatrix, dos de ellos son dos partes de uno mismo. El segundo corto también es obra de las Wachowski y, adivinad, vuelve a tratarse de un relato que quiere dar cara y ojos a ideas que solo se expusieron en las películas originales. El segundo renacimiento cuenta cómo se inició el conflicto entre la humanidad y las máquinas y los primeros compases de la guerra hasta llegar a la Tierra desierta que conocemos gracias a la pastilla de Morfeo.
En cierto modo es ver una rebelión de máquinas normal y corriente: robots reivindicando sus derechos, el mundo yéndose a la mierda y la humanidad pereciendo frente a sus propios monstruos. Quizá hubiera sido mejor haber mantenido esa parte de la historia de la humanidad y de Sion como un misterio para que cada espectador pudiera imaginarse la historia a su manera. Verlo todo al dedillo solo hace que se remarque la poca originalidad que pensaron para los inicios de la obra de Matrix. Un acierto, sin embargo, que se mantuviera fuera del largometraje de 1999.
La historia de un chico
¿Recordáis a ese joven en Matrix: Reloaded que no hacía más que correr detrás de Neo? Era el mismo que, en Revolutions, fue el que abrió la puerta a la nave Hammer y ayudó a terminar con una oleada entera del ejército de máquinas. No se cuenta nada de él, más que fue rescatado de Matrix por Neo y que ahora le debe su vida a toda costa. La historia de un chico cuenta qué es lo que realmente pasó y cómo se unió al mundo real.
Un cortometraje con más reminiscencias a la primera parte de Matrix de las que seguramente le gustaría, puesto que prácticamente es una copia de los primeros pasos de Neo por el universo de Matrix: el estado de ánimo depresivo, la sensación de rutina repetitiva, el uso del ordenador como herramienta para comunicarse con el exterior –o con alguien, en general-, y la fuga precipitada del sistema con agentes de por medio. Es una historia sin mucho misterio, un origen para un personaje que fue clave para el desenlace final.
Programa
Japón medieval mezclado con cyberpunk futurista de Matrix y con combates imposibles. No hay que añadir mucho más para darse cuenta de que estamos ante uno de los mejores cortos de The Animatrix. Un combate, simulado, de samuráis con múltiples referencias al cine asiático del mismo género que pone a prueba la lealtad de una novata recién desconectada del sistema de las máquinas.
Visualmente es la propuesta más atractiva y la que más llama la atención; el cortometraje abandona las tonalidades verdosas que tanto caracterizan las puestas en escena de las historias de Matrix y se atreve a abordar un estilo mucho más vivo y colorido que contraste con las anteriores propuestas.
Record Mundial
Un corredor que, involuntariamente, pone a prueba los límites de la física establecida por Matrix y, como Neo, consigue romper las reglas. Las personas con percepciones o aptitudes excepcionales son los que pueden escapar del sueño eterno al que las máquinas someten a la humanidad para obtener energía.
Record Mundial es solo un ejemplo que quiere ilustrar que no solo el elegido puede ir a velocidades asombrosas y traspasar Matrix a voluntad. Se queda lejos de tener un argumento igual de atractivo que sus otros compañeros y pasa bastante desapercibido.
Más allá
El cortometraje más confuso, extraño, profundo e interesante que The Animatrix tiene en su arsenal. No vamos a entrar mucho al trapo con él, porque merece la pena llegar a visionarlo sin tener ni la más remota idea de lo que se va a ver. Son doce minutos de fantasía –nunca mejor dicho- donde una serie de personajes entran en una especie de glitch y empiezan a soñar despiertos.
Es incluso es más se acerca a la Ghibli de Miyazaki en el sentido de conexión con un ambiente de naturaleza que conduce a la introspección de uno mismo. A hacer preguntas existenciales y a poder en duda los límites de todo lo que rodea a una persona.
Cuento de detective
Otra de las joyas de la corona. Ese cuento con estética noir que os nombrábamos al inicio del texto está reservado para prácticamente el final de The Animatrix. Cuento de detective se distancia lo suficiente de Blade Runner como para tener una estética y un modus operandi únicos que no lo arrastren a la copia o inspiración. Inevitable pensar en la película de Ridley Scott por ese trama detectivesca futurista, pero sin llegar a pensar que el plagio está rondando por el metraje.
Está historieta noir tiene como finalidad darle al personaje de Trinity un poco más de profundidad mostrando cómo, igual que Neo, procura hacer lo posible para echar un cable a usuarios de Matrix. Aunque a veces las cosas no terminan bien y hay que tomar decisiones duras.
Matriculado
Experimentos con máquinas, el peligro de jugar a ser Dios y mad doctors de por medio cual film de Frankenstein. Matriculado cuenta cómo un grupo de supervivientes hace lo posible para que las máquinas se conviertan en aliadas y no en enemigas. Volver a la relación que existía antaño entre sus especies y terminar con el conflicto de una manera no bélica. La humanización de las máquinas introduciendo en sus circuitos la capacidad de sentir –como El hombre bicentenario-.
La famosa Love, Death and Robots de Netflix le echa el ojo –y el guante- a lo que The Animatrix construye con su proyecto episódico de cortometrajes independientes. Cada cual con un estilo, con una puesta en escena única y con unas historias que, aun siendo totalmente secundarias, se disfrutan como el triunvirato de películas estrenadas en cines.
FUENTE ; https://es.ign.com/the-animatrix
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